viernes, 7 de agosto de 2009

04 / Ars Heuristica x Alberto Silva

En variados sentidos, Ars Heuristica alcanza. Nos arriba con brevedad de máximas (a menudo aforismos), fruto de un pensamiento que se allega a la poesía. Su calculada concisión basta para situarnos a las puertas de un hecho candente: recreando lo que existe, busca inventar algo nuevo; algo escurridizo nos estalla entre las manos, buscapié que nos hiere y despierta. Nadie sabe del todo qué es eso nuevo. Sólo podemos señalizar el camino recorrido por la experiencia, tarea llamada invención de conocimiento. Así, ya hemos llegado al corazón de este hermoso texto.
Ahora bien, ¿qué es conocimiento? Tal vez se parece a grupitos de islas rociadas en un inmenso océano. Si hilamos las islas con pespunte, podemos imaginar cadenas cuyas cumbres emergen como cotos de altura. La búsqueda inventiva equivale a navegar con ayuda de un doble ingenio. Uno, el catalejo, dirime la distancia más corta entre islas (conocer es transitar de un sitio que creemos conocido a otro inexplorado). El segundo es un mapa, cada vez más plausible en su incesante re-configuración.
Cuanto más avanza el conocimiento, más constatamos la vastedad del mar. ¿El mar es la ignorancia? Ciertamente lo ignoro. Sospecho que el mar es el vacío. Como tal, deja de ser un problema y se torna celebración de la incerteza, oscilar de palabra y silencio.

[Alberto Silva es ensayista, poeta y traductor. Doctor en Sociología por la Universidad de París y en Ciencias Políticas por la de Madrid, Silva enseñó 13 años en la Universidad de Estudios Extranjeros de Kyoto, Japón. Actualmente reside en Buenos Aires. Contacto: http://traducirjapon.blogspot.com]

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